PATRIMONIO
Aunque actualmente Ribera del Fresno es una población mediana dentro de la comarca Tierra de Barros, conserva un patrimonio arquitectónico que refleja la gran importancia que tuvo en el pasado. El momento de mayor esplendor de la localidad fue en siglo XVIII, época en la que se construyeron la mayor parte de las importantes casas solariegas con que cuenta la población y que dan un aire de noble belleza a las calles más antiguas del pueblo.
A continuación detallo los monumentos más destacados de la localidad.
Obra originaria del siglo XIII, aunque fue ampliada en época de los Reyes Católicos y reedificada sucesivamente en 1.745 y 1.859, según constaba en inscripciones hoy ya desaparecidas.
Única iglesia de la provincia de Badajoz con dos torres gemelas |
Se trata de una construcción de amplias proporciones, realizada en mampostería encalada.
Su planta es de cruz latina con doble atrio de acceso, capillas entre estribos y cúpula en la cabecera. Al exterior destacan las dos torres de los pies, realización de fecha tardía y orientadas en dirección opuesta al caserío.
El Ministerio de Cultura ha considerado a la Iglesia Parroquial monumento de gran valor artístico, fundamentalmente por sus dos torres gemelas en la fachada principal delantera, que son únicas en toda la provincia de Badajoz, tratándose de un edificio peculiar por su diseño y por la corrección de su estructura. Las torres son de estilo portugués y fueron reconstruidas tras quedar la anterior torre notablemente dañada por causa del terremoto de Lisboa que aconteció el 1 de Noviembre de 1755
De la obra primitiva sólo perduran las capillas laterales de la cabecera, cubiertas con terceletes (nervios de las bóvedas de crucería compleja típicas del estilo gótico)
El retablo mayor, de traza clásica y madera dorada, pertenece al barroco del siglo XVII fue realizado por Alonso Rodríguez Lucas. Se divide en dos pisos con tres calles - separadas por columnas de orden corintio - y un ático en donde podemos observar un lienzo de la Asunción. La decoración del retablo imita a elementos vegetales, tal es el caso del acanto romano que ornamenta el capitel de las columnas.
La estructura del retablo es la siguiente:
Primer piso: la calle central del primer piso está ocupada por la escultura de Nuestra Señora de Gracia, titular del templo. Dicha imagen es de estilo gótico. Bajo ella, un lienzo de la Santa Faz. En la calle lateral izquierda encontramos la escultura de San Antonio y en la derecha, la talla de San José de la mano del Niño Jesús. Las tres esculturas del primer piso se encuentran dentro de un arco de medio punto con fondo azul y estrellas doradas. Sobre las dos esculturas laterales observamos dos lienzos muy deteriorados que representan a santos.
Segundo piso: la calle central la ocupa la escultura del Cristo en la Cruz, bajo un arco lobulado. En el lateral izquierdo encontramos la talla de San Joaquín, en madera policromada al igual que el resto de las esculturas del retablo, y en el lateral derecho, la de San Roque. Estas dos últimas imágenes están ubicadas dentro de un arco de medio punto.
El edificio cuenta con diez capillas con sus retablos e imágenes:
La primera, la Capilla del Sagrario, retablo barroco en cuyo centro se encuentra la imagen de la Virgen de los Dolores en madera policromada, del siglo XVIII y restaurada por primera vez en 1987. Alrededor de dicha imagen, cinco lienzos y dos ángeles de escayola.
La segunda, la Capilla del Cristo del Rosario, retablo barroco con la figura del Niño Jesús en el centro y a ambos lados, las talla se San Francisco de Asís y la de San Rafael.
La tercera, la Capilla de la Inmaculada, con retablo dorado y barroco.
Cuarta, la Capilla de la Soledad, retablo barroco sin dorar con la imagen de la Virgen de la Soledad, a cuyos pies se encuentra el Cristo Yacente.
Quinta, la Capilla del Rosario, con un retablo dorado, en cuyo centro se ubica la Virgen y a sus lados un cuadro de ánimas de hermosa factura, y las magníficas tallas de San Sebastián, el Cristo amarrado a la columna (actualmente en restauración) y Santiago ecuestre.
La sexta, la Capilla del Cristo de los Afligidos. A los lados, las imágenes de San Blas y San Vicente Ferrer.
La séptima, la Capilla de Santa Ana, aunque en el retablo sólo encontramos la talla de Santa Bárbara, puesto que la de Santa Ana fue trasladada a la sacristía.
La octava es la Capilla de San Pedro Apóstol, cuya imagen descansa en el centro de un retablo. San Pedro dispone de unas llaves de plata que debido a su valor, se encuentran protegidas.
La novena es la Capilla de la Virgen del Carmen, con retablo dorado, a cuyos lados figuran la imagen de Santa Lucía y la de Santa Bárbara, de moderna factura.
Por último, la anteriormente mencionada Capilla de Nuestra Señora del Valle, que alberga la escultura más antigua de Ribera.
Cuenta también la parroquia con una extraordinaria Cruz Procesional realizada en plata sobredorada, obra de Juan de Aldana, platero vecino de Llerena, donde ejerció entre 1591 y 1604.
La pila bautismal también es un elemento interesante. Se trata de una pieza de origen gótico esculpida con motivos florales carnosos.
La estructura del retablo es la siguiente:
Primer piso: la calle central del primer piso está ocupada por la escultura de Nuestra Señora de Gracia, titular del templo. Dicha imagen es de estilo gótico. Bajo ella, un lienzo de la Santa Faz. En la calle lateral izquierda encontramos la escultura de San Antonio y en la derecha, la talla de San José de la mano del Niño Jesús. Las tres esculturas del primer piso se encuentran dentro de un arco de medio punto con fondo azul y estrellas doradas. Sobre las dos esculturas laterales observamos dos lienzos muy deteriorados que representan a santos.
Segundo piso: la calle central la ocupa la escultura del Cristo en la Cruz, bajo un arco lobulado. En el lateral izquierdo encontramos la talla de San Joaquín, en madera policromada al igual que el resto de las esculturas del retablo, y en el lateral derecho, la de San Roque. Estas dos últimas imágenes están ubicadas dentro de un arco de medio punto.
El edificio cuenta con diez capillas con sus retablos e imágenes:
La primera, la Capilla del Sagrario, retablo barroco en cuyo centro se encuentra la imagen de la Virgen de los Dolores en madera policromada, del siglo XVIII y restaurada por primera vez en 1987. Alrededor de dicha imagen, cinco lienzos y dos ángeles de escayola.
La segunda, la Capilla del Cristo del Rosario, retablo barroco con la figura del Niño Jesús en el centro y a ambos lados, las talla se San Francisco de Asís y la de San Rafael.
La tercera, la Capilla de la Inmaculada, con retablo dorado y barroco.
Cuarta, la Capilla de la Soledad, retablo barroco sin dorar con la imagen de la Virgen de la Soledad, a cuyos pies se encuentra el Cristo Yacente.
Quinta, la Capilla del Rosario, con un retablo dorado, en cuyo centro se ubica la Virgen y a sus lados un cuadro de ánimas de hermosa factura, y las magníficas tallas de San Sebastián, el Cristo amarrado a la columna (actualmente en restauración) y Santiago ecuestre.
La séptima, la Capilla de Santa Ana, aunque en el retablo sólo encontramos la talla de Santa Bárbara, puesto que la de Santa Ana fue trasladada a la sacristía.
La octava es la Capilla de San Pedro Apóstol, cuya imagen descansa en el centro de un retablo. San Pedro dispone de unas llaves de plata que debido a su valor, se encuentran protegidas.
La novena es la Capilla de la Virgen del Carmen, con retablo dorado, a cuyos lados figuran la imagen de Santa Lucía y la de Santa Bárbara, de moderna factura.
Por último, la anteriormente mencionada Capilla de Nuestra Señora del Valle, que alberga la escultura más antigua de Ribera.
Detalle de la bóveda |
Cuenta también la parroquia con una extraordinaria Cruz Procesional realizada en plata sobredorada, obra de Juan de Aldana, platero vecino de Llerena, donde ejerció entre 1591 y 1604.
La pila bautismal también es un elemento interesante. Se trata de una pieza de origen gótico esculpida con motivos florales carnosos.
Pila bautismal |
Otro de los elementos más interesantes que podemos ver es el púlpito realizado en mármol de Estremoz (Portugal). Merece la pena acercarse y apreciar la cantidad de detalles que pueden verse, como los apóstoles con elementos distintivos como conchas o diversos escudos. Como curiosidad destacar que hay esculpidos dos escudos de la localidad, siendo de los más antiguos que se conservan.
Detalle del escudo de Ribera del Fresno |
Órgano |
Entrada lateral. Inscripción año 1748 y Cruz de Santiago |
Otra de las entradas laterales |
La ermita se construyó en el siglo XIX con mampostería y ladrillo enjalbegado (blanqueado con cal o yeso) . En su interior la nave crucero consta de una capilla mayor rectangular con un camarín, al que se sube por el lado izquierdo.
La blanca ermita está compuesta por una base en cruz latina y una torre campanario que se alza sobre la puerta principal, en la que distinguimos un tímpano triangular sujeto por dos columnas empotradas en la pared. El santuario está cerrado por una bóveda de medio cañón y rematado por un elegante atrio con pilastras en las esquinas.
El exterior de la nave se encuentra rodeado por un pórtico enclaustrado con arcos (cinco a cada lado y tres en el frente) El mayor y más ancho de los arcos, descansa sobre pilares que sujetan a otras tantas bóvedas de aristas. La cúspide del campanario corresponde a una pirámide curvilínea a cuatro aguas, en cuyo interior podemos observar un cimborrio octogonal con linterna.
Indicar que en el campanario existe un reloj, que es la referencia horaria de la localidad, siendo utilizado por muchos ribereños para celebrar el final de año, todos los 31 de Diciembre.
La ermita está adscrita a la devoción del Santísimo Cristo de las Misericordias, patrón de la localidad, celebrando su día grande el 14 de Septiembre.
La escultura del Santo Cristo es una talla policromada en madera de cedro, del siglo XVII, de autor desconocido, aunque puede pertenecer a la escuela sevillana de Roldán. Imagen correspondiente al arte barroco. La anatomía de la talla está muy lograda.
En Agosto de 1993 la Hermandad del Santísimo Cristo mandó restaurar dicha escultura, de acuerdo con la voluntad de su presidente, Don Juan Tena, la del cura párroco, Don Antonio Pina y la de todos los socios de la dicha Hermandad. La reparación la llevó a cabo el taller de Restauración de Bienes Religiosos-Culturales de Badajoz.
En el verano de 2014, siendo la presidenta de la hermandad, Doña Clara Díaz Gragera, la imagen ha vuelto a ser enviada al taller de Llerena, donde el restaurador Luis Peña Maldonado ha realizado labores de conservación. El coste de la operación ha sido sufragada por la Hermandad del Santo Cristo de las Misericordias junto con donaciones de particulares.
Stmo Cristo. Foto Santi Vázquez |
El retablo imita al mármol blanco veteado y sin demasiada ostentación decorativa. Se organiza en un piso, un ático y tres calles.
La calle central del primer piso la ocupa el Santo Cristo de las Misericordias, ubicado en un camarín. Habría que destacar la ventana del fondo del camarín, una vidriera historiada de colores obra de Maumejean. En las calles laterales encontramos unas imágenes del siglo XVII, concretamente una talla de San Francisco y otra de San Blas. En el ático, bajo un arco de medio cañón, emerge una escultura de San Fernando III. Las calles del retablo se separan mediante columnas de orden corintio, de fuste liso y capitel de acanto.
Retablo |
Ermita del Cristo y al fondo la Parroquia |
Situada en la desembocadura de la calle el Coso. Levantada en el siglo XVI sobre otra anterior, fue la parroquia primitiva de la localidad. Tras la desamortización pasó a ser propiedad particular, quedando en estos momentos tan sólo el camarín en la cabecera y la torre a los pies. En medio existe, sobre la antigua nave, un edificio de construcción moderna de vivienda en dos plantas.
Cristo Viejo |
El remate de la torre y su estilo, son similares a los de la ermita de la Coronada en la vecina localidad de Villafranca de los Barros, iniciada en el siglo XV y remozada en el XVII.
Torre |
Según comenta D. Gabriel Díaz LLanos, en su libro "Ribera del Fresno" encontró referencias a esta ermita en la biografía de San Juan Macías, en la que pudo leer que cuando era niño, en 1595, iba con frecuencia a la Ermita del Cristo Viejo a rezar a la Virgen del Valle y a un cristo crucificado que hoy está en la Iglesia Parroquial.
Sobre el año 1428 la imagen de Nuestra Señora del Valle se encontró por casualidad en un lugar conocido como "El Endrinal", donde "al parecer la imagen fue escondida por los cristianos durante la invasión musulmana, por temor a que fuese destruida"......
El cimborrio del Cristo Viejo, se une con las torres de la Parroquia, creando una curiosa imagen |
Ermita de la Aurora
Se trata de una pequeña ermita, situada en la calle Meléndez Valdés, totalmente integrada entre la hilera de viviendas de particulares. La fachada es de mampostería encalada.
Como curiosidad, indicar que para elaborar el umbral de la entrada, se reutilizaron dos columnas visigóticas.
La planta es basilical, con una única nave. Cuenta con tres retablos, en buen estado de conservación:
El retablo mayor, de estilo barroco, tiene en su centro la imagen de la Virgen de la Aurora, de estilo barroco y que se caracteriza por contar con una larga melena negra de pelo natural. El retablo de madera dorada está adornado con elementos decorativos, principalmente con motivos vegetales.
A la derecha del retablo mayor, se encuentra la imagen de San Judas Tadeo, el cual recibe muchas visitas de feligreses los días 28 de cada mes.
Frente a la imagen anterior, podemos encontrar la imagen de Jesús Nazareno, también de estilo barroco, vestido con una túnica morada con bordados en oro. Esta imagen procesiona todos los Jueves Santos por las calles de la localidad.
Como curiosidad indicar que hasta hace muy pocos años, esta ermita estaba registrada como un anexo de la vivienda señorial que tiene a su izquierda. Por mediación de doña Antonia Casillas, el edificio se segregó de su finca matriz, pasando a ser propiedad de la Iglesia.
Pozo de San Juan Macías
Como curiosidad, indicar que para elaborar el umbral de la entrada, se reutilizaron dos columnas visigóticas.
La planta es basilical, con una única nave. Cuenta con tres retablos, en buen estado de conservación:
El retablo mayor, de estilo barroco, tiene en su centro la imagen de la Virgen de la Aurora, de estilo barroco y que se caracteriza por contar con una larga melena negra de pelo natural. El retablo de madera dorada está adornado con elementos decorativos, principalmente con motivos vegetales.
A la derecha del retablo mayor, se encuentra la imagen de San Judas Tadeo, el cual recibe muchas visitas de feligreses los días 28 de cada mes.
Frente a la imagen anterior, podemos encontrar la imagen de Jesús Nazareno, también de estilo barroco, vestido con una túnica morada con bordados en oro. Esta imagen procesiona todos los Jueves Santos por las calles de la localidad.
Como curiosidad indicar que hasta hace muy pocos años, esta ermita estaba registrada como un anexo de la vivienda señorial que tiene a su izquierda. Por mediación de doña Antonia Casillas, el edificio se segregó de su finca matriz, pasando a ser propiedad de la Iglesia.
Pozo de San Juan Macías
Se encuentra situado en la finca Valle Garzón, cerca de la vereda Cañacavera, a tres kilómetros y medio de la localidad. Tal y como reza en un panel explicativo situado en las inmediaciones, se trata de una edificación erigida a propuesta del Hermano Lego Fray Mané Orden Predicadores (Un hermano lego es un miembro de una orden religiosa, perteneciente a la Iglesia Católica, que se ocupa de labores manuales, así los hermanos legos tienen como propósito el apoyo práctico en la gestión de talleres, granjas...) siendo ayudado en su empeño por muchos ribereños y devotos del que por entonces era Beato Juan Macías.
Monolito de agradecimiento |
Según podemos seguir leyendo en el panel antes mencionado, "Siendo aún niño, Juan Macías y un amigo estaban pastoreando sus rebaños por estos prados. En un determinado momento, su amigo comenzó a llorar, pues un cerdito de su rebaño había caído al pozo y temía que su amo le echase del trabajo. Enterado Juan Macías le invitó a orar juntos a San Juan Evangelista y, mirando al pozo, vieron que el agua había subido, trayendo sano y salvo al cerdito a la superficie. He aquí el primer milagro atribuido a San Juan Macías".
La construcción se llevó a cabo en los años 60 del siglo pasado. El Pozo fue cubierto por una bóveda de arista construida con mampuestos de granito, cuyo frontal permanece abierto a través de tres arcos de herradura sostenidos por cuatro columnas de friso liso. El monumento está pavimentado en hormigón.
La foto muestra el acto de colocación de la primera piedra |
Todos los años, en el mes de Septiembre, tras las fiestas del Cristo, se celebra en las inmediaciones del Pozo, la tradicional Romería de San Juan Macías, donde cientos de personas se congregan para celebrar un día de campo en honor del Santo.
Capilla de San Juan Macías
Edificación de 1985, construida sobre el solar de la casa donde nació el Santo. Ubicada en la calle que lleva su nombre, junto a la actual Casa de la Cultura. Se construyó gracias a la colaboración de todo el pueblo, estando la acción coordinada por la Hermandad de Amigos de San Juan Macías.
Se trata de una edificación moderna, que consta de dos plantas. En la planta baja se ubica la capilla propiamente dicha, y en la planta alta se encuentran dos salones, uno utilizado como museo de la vida de San Juan Macías y otro, utilizado para conferencias y reuniones.
La capilla cuenta con una gran vidriera. El altar está presidido por un Cristo Resucitado, de madera policromada, sobre una pared de mármol marrón. En lado izquierdo del altar, se sitúa la escultura policromada de San Juan Macías.
Interior de la Capilla |
La portada de la ermita está engalanada por dos arcos de medio punto, con enrejado de celosía, en sintonía con el balcón saliente de barandilla corrida en forma de "s". La fachada está rematada por un pequeño campanario.
Imagen de San Juan Macías ubicada en el exterior de la capilla |
Casas Solariegas
Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, se define solariego como "perteneciente o relativo al solar de antigüedad o nobleza"
Existe en Ribera del Fresno un entramado de calles, situadas en la zona antigua de la población, donde podemos encontrar gran cantidad de casas solariegas, que nos da una idea de la gran importancia que tuvo la localidad como cuna de familias nobles. En su mayoría eran descendientes de indianos, personas que emigraron a las Américas, donde hicieron fortuna y que al volver a nuestro país, emplearon parte de sus riquezas en la construcción de casas-palacios.
La mayoría de estos edificios se localizan en una zona de gran interés histórico, conformada por las calles Meléndez Valdés, Juan Carlos I, Cura, San Juan Macías, Mercado y Ayuntamiento y en su mayoría fueron construidos entre los siglos XVII y XVIII. Tienen unas características morfológicas comunes, pues son viviendas de dos plantas de altura, con buenas cerrajerías, fachadas simétricas, con portones centrales bajo balconadas singulares, algunas veces rematadas por frontones curvilíneos penachados de diseños barrocos, con gárgolas pronunciadas y de sencilla traza, aleros sobre la cornisa o remates de balaustradas. Muchas de ellas cuentan con escudos heráldicos.
Las personas que nos visitan se quedan gratamente sorprendidas al contemplar el abanico tan amplio que existe en la población de viviendas de este tipo. Además, por suerte, la mayoría de estas viviendas están habitadas o están habilitadas para diversos usos, por lo que un alto porcentaje de ellas se encuentran en buen estado de conservación.
Casa de los Bazo-Aparicio |
Casa de Bazo. Inscripción Ave María Purísima en el balcón |
Actual residencia de ancianos en Calle Mercado |
Casa de los Olea |
Escudo Casa de Olea |
Casa de Torres. Actualmente muy bien rehabilitada. |
Calle Juan Carlos I |
Escudo Casa de los Grajera |
Antigua Casa de los Grajera. Calle San Juan Macías |
Enrejado típico portugués |
Escudo de la Antigua Casa de Teléfonos. Calle San Juan Macías |
Los escudos heráldicos hacían referencia al linaje de los propietarios de la vivienda. Es muy interesante observar las diversas figuras que conforman esos escudos, a fin de determinar el origen y las posibles relaciones de las diversas familias.
Las siguientes imágenes corresponden a la casa de Doña Alegría Vargas Zúñiga, situada en la Calle San Juan Macías. Su sobrino la legó al pueblo de Ribera, siendo actualmente la Casa de la Cultura. Es una de las viviendas más grandes y espectaculares de la localidad y al ser de uso público, puede visitarse en cualquier momento. En su interior se encuentra la Biblioteca Municipal, el Centro de Interpretación del Cerro Hornachuelos, la Escuela Municipal de Música, una sala museo, un salón de actos y diversas salas para reuniones y exposiciones. Cuenta la casa también con una pequeña capilla.
Casa de Doña Alegría Vargas Zúñiga |
Escudo de la Casa de la Cultura |
Portón de entrada |
Enrejado original de la vivienda |
Si continuamos andando, a la vuelta de la casa de la cultura accedemos a la Calle Ayuntamiento que cuenta también con viviendas muy interesantes, como la Casa Palacio Quintanilla. Esta vivienda es mucho más importante de lo que parece, ya que inicialmente fue la gran vivienda que ocupaba prácticamente toda la manzana. Con el paso de los años, la vivienda fue dividiéndose en partes y de hecho, la casa de Doña Alegría, mencionada anteriormente, surgió como una segregación de la Casa Palacio Quintanilla.
Calle Ayuntamiento |
Escudo Palacio Quintanilla |
Escudo fachada antiguo ayuntamiento |
Tramo alto de la Calle Cura |
Relieve de la parte superior de las ventanas |
Portada de vivienda sita en Calle Coso |
En la Plaza de España podemos ver una fachada muy peculiar. Se trata de una vivienda con reseña del año 1929 y cuya fachada está elaborada con azulejos, material poco utilizado en la construcción de la época en la localidad.
Hay que destacar que sus propietarios actuales, llevaron a cabo una muy buena labor de restauración no hace muchos años.
Antigua casa de Inés Martínez en la Plaza de España |
Como se ha podido comprobar en las imágenes anteriores, bien merece la pena darse un paseo por las calles de la parte antigua de Ribera, pues el conjunto de casas-palacios es digno de visitar.
Cerro Hornachuelos
Este es otro de los grandes alicientes por los que merece la pena visitar Ribera del Fresno.
Hornachuelos es una elevación de 471 metros situado en nuestro término municipal, dirección Hinojosa del Valle. En este lugar se encuentran los restos arqueológicos que conforman el Oppidum de Hornachuelos, que podemos considerar uno de los yacimientos históricos más importantes de la zona.
Oppidum era el término que los romanos utilizaban para denominar a las ciudades fortificadas, puntos estratégicos fuertemente protegidos para el dominio de determinadas tierras (oppida). Hornachuelos alcanzó su máximo apogeo entre mediados del siglo II A. C. y finales del siglo I A. C. no obstante, se han encontrado restos de poblamientos de finales del Calcolítico (2000-1800 A.C.) por lo tanto, se trataría de un poblado de origen calcolítico posteriormente romanizado.
Las excavaciones comenzaron en 1986, estando dirigidas por el profesor de la Universidad de Extremadura, D. Alonso Rodríguez Díaz. Tras la valoración de los restos encontrados, se decidió continuar con los trabajos de excavación hasta 1997.
La zona que más se puso en valor, se encuentra en la parte alta del cerro y está formado por el conjunto de viviendas y calles que conformaron el poblado. Se trata de viviendas básicas, construidas con adobe y zócalos de piedra. Normalmente eran viviendas con una o dos estancias.
Existe también un aljibe utilizado por los pobladores para abastecerse de agua. Está excavado en la roca y también se encuentra en la parte alta del cerro.
Por último, destacar también la necrópolis, situada a los pies del cerro, donde los cuerpos de los difuntos eran enterrados posteriormente a su cremación.
Se trata de un conjunto muy interesante que merece la pena visitar. Se encuentra a 10 kilómetros de Ribera. Se puede acceder desde la carretera que una la localidad con Hinojosa del Valle, donde en el kilómetro 3 aprox. hay un cartel en el lado izquierdo, que señala el inicio del camino por una pista agrícola y a partir de ahí son 6 kilómetros. (Si se quiere se puede hacer el camino íntegramente por pista, para ello, hemos de tomar el camino que sale a la derecha justo antes de llegar a la gasolinera de la localidad, situada en la salida del pueblo, dirección Hornachos) En ambos casos, son pistas en muy buenas condiciones por lo que el camino puede hacerse a pie o en bicicleta, de hecho es una ruta muy transitada por ciclistas, con el aliciente de poder realizar la ascensión en bici hasta la parte alta del cerro. Recientemente se han instalado paneles informativos que además de indicar el camino, proporcionan información diversa sobre el entorno.
Vista del conjunto |
Oppidum era el término que los romanos utilizaban para denominar a las ciudades fortificadas, puntos estratégicos fuertemente protegidos para el dominio de determinadas tierras (oppida). Hornachuelos alcanzó su máximo apogeo entre mediados del siglo II A. C. y finales del siglo I A. C. no obstante, se han encontrado restos de poblamientos de finales del Calcolítico (2000-1800 A.C.) por lo tanto, se trataría de un poblado de origen calcolítico posteriormente romanizado.
Las excavaciones comenzaron en 1986, estando dirigidas por el profesor de la Universidad de Extremadura, D. Alonso Rodríguez Díaz. Tras la valoración de los restos encontrados, se decidió continuar con los trabajos de excavación hasta 1997.
La zona que más se puso en valor, se encuentra en la parte alta del cerro y está formado por el conjunto de viviendas y calles que conformaron el poblado. Se trata de viviendas básicas, construidas con adobe y zócalos de piedra. Normalmente eran viviendas con una o dos estancias.
Estructura de las viviendas |
Aljibe |
Por último, destacar también la necrópolis, situada a los pies del cerro, donde los cuerpos de los difuntos eran enterrados posteriormente a su cremación.
Necrópolis |
Se trata de un conjunto muy interesante que merece la pena visitar. Se encuentra a 10 kilómetros de Ribera. Se puede acceder desde la carretera que una la localidad con Hinojosa del Valle, donde en el kilómetro 3 aprox. hay un cartel en el lado izquierdo, que señala el inicio del camino por una pista agrícola y a partir de ahí son 6 kilómetros. (Si se quiere se puede hacer el camino íntegramente por pista, para ello, hemos de tomar el camino que sale a la derecha justo antes de llegar a la gasolinera de la localidad, situada en la salida del pueblo, dirección Hornachos) En ambos casos, son pistas en muy buenas condiciones por lo que el camino puede hacerse a pie o en bicicleta, de hecho es una ruta muy transitada por ciclistas, con el aliciente de poder realizar la ascensión en bici hasta la parte alta del cerro. Recientemente se han instalado paneles informativos que además de indicar el camino, proporcionan información diversa sobre el entorno.
Camino al Cerro Hornachuelos |
Así mismo, en la Casa de la Cultura de la localidad, se encuentra el Centro de Interpretación de Cerro Hornachuelos, donde además de existir una maqueta del cerro con el poblado, pueden encontrarse CD y una guía interactiva para poder informarse correctamente.
Centro de Interpretación |
De lunes a Viernes de 10 a 14 horas y de 16 a 21 horas.
Los Sábados y Domingos de 10 a 14 y de 17 a 21 horas.
Para visitar el Centro de Interpretación en días festivos hay que contactar con los teléfono:
Ayuntamiento: 924.53.60.11/ 924.53.65.11
Casa de la Cultura: 924.53.72.24
A pesar de que los horarios están ya establecidos, recomendamos siempre llamar previamente para tener seguridad que el Centro de Interpretación se encuentre abierto.
Lavadero de lanas
Se trata de un lugar muy curioso, pero a la vez desconocido para muchos ribereños. Antiguamente, Ribera tenía una numerosa cabaña de ganado ovino, que proporcionaba gran cantidad de lana. En este lavadero de lana, se llevaba a cabo un proceso inicial de adecuación del producto para su posterior venta. Podemos decir, por tanto, que se trata de una de las primeras instalaciones industriales que se construyeron en la localidad.
Aunque actualmente son instalaciones abandonadas, aún pueden observarse interesantes construcciones como bóvedas y arcos que perduran a pesar del paso del tiempo (mejor incluso que muchas de las construcciones de hoy en día) Se encuentra a unos 8 kilómetros del pueblo, dirección camino de la Parrilla (se puede ir a pie o en bicicleta, pues la pista se encuentra en buen estado) hay que pasar la antigua zona de San Pedro. Pasando la carretera que une Villafranca con Palomas a unos 400 metros se encuentra la cancela de acceso.
A continuación dejo algunas fotos del lugar. Hicimos una visita en Agosto de 2019 y la hora fue muy propicia para la toma de fotos por la buena luz que había.
A continuación dejo algunas fotos del lugar. Hicimos una visita en Agosto de 2019 y la hora fue muy propicia para la toma de fotos por la buena luz que había.
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