Tarteso y las Caras del Turuñuelo

Dada la importante repercusión que ha tenido en los medios de comunicación, es muy probable que hayas oído hablar de las Caras del Turuñuelo, sí, esas figuras con apariencia humana,  que un equipo de arqueólogos ha hallado recientemente en el yacimiento de Casas del Turuñuelo, en Guareña (Badajoz) 

Pues bien, aprovechando que temporalmente las figuras se encuentran expuestas en el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz (antes de ser llevadas a Madrid, para someterlas a estudios más exhaustivos así como a un proceso de limpieza) no hemos querido dejar pasar la oportunidad de contemplarlas, en primer lugar, por la importancia que tienen, y en segundo lugar,  porque, la verdad, no sabemos realmente cuánto tiempo tardarán en volver a nuestra tierra (esperemos que no sea mucho)



 

No obstante, antes de la visita, decidí documentarme un poco, para poder tener un visión más clara de la cultura tartésica  y de esta forma, apreciar con más fundamento aquello que íbamos a contemplar. Por ello, en esta entrada, además de compartir fotos de las figuras, realizo una breve explicación de lo que he aprendido sobre esa cultura y de la gran importancia que este hallazgo tiene. Espero que os resulte interesante. 

La cultura tartésica es una de las más enigmáticas de las antigüedad, debido a que se conoce poco sobre ella, ya que hay pocos registros escritos o materiales,  no obstante, sí existe consenso respecto a que se trató de una de las civilizaciones más importantes de la Península Ibérica.

Tarteso es una cultura que comienza a formarse en el siglo noveno antes de Cristo y termina en el siglo quinto a. C.  Su origen está en lo que hoy es el triángulo formado por las provincias andaluzas de Cádiz, Sevilla y Huelva, aunque posteriormente se fue extendiendo por el sur de Portugal y también  hacia el valle medio del Guadiana, en  Extremadura.

En el siguiente mapa se puede ver claramente la zona por la que se extendió  la civilización tartésica.


Fuente: Diario El País



Esta civilización nace de la mezcla entre los pueblos colonizadores del Mediterráneo Oriental y los pueblos indígenas que vivían en la Península Ibérica, por lo que tiene influencia fenicia y griega. 

En Extremadura existían algunos  yacimientos que ya aportaban algo de luz  sobre esta cultura, como puede ser el de Cancho Roano en Zalamea de la Serena (Badajoz). No fue hasta el año 2014 cuando  se decide iniciar excavaciones en el Turuñuelo, en la localidad de Guareña  (Badajoz) con el objetivo de conseguir más información acerca de esta cultura, pero sin grandes expectativas, sin embargo, a medida que las excavaciones iban progresando, era tal  la importancia de los hallazgos que se iban haciendo, que animó a los científicos a continuar con sus trabajos.

Y es ahora cuando los arqueólogos que trabajan en este yacimiento, capitaneados por Esther Rodríguez Fernández y Sebastián Celestino,  han hallado cinco figuras antropomorfas de más de 2.500 años de antigüedad,  convirtiéndolo en uno de los descubrimientos más importantes de los últimos años. 

Pero, ¿por qué es tan importante este hallazgo?

- En primer lugar, porque  hasta la fecha, se pensaba que la tartesa era una cultura anicónica, es decir,  se creía que evitaban representar seres vivos en sus obras de arte, sin embargo, este hallazgo cambia por completo la interpretación que se tenía de dicha cultura. Se trata, por lo tanto, de la primera representación artística de esa cultura, en la que aparecen imágenes antropomorfas.  

- En segunda lugar, este hallazgo es muy importante porque va a proporcionar gran cantidad de  información que permitirá avanzar en el conocimiento de dicha cultura, y es que como se ha comentado anteriormente, hasta la fecha existían muy pocos vestigios que aportaran luz sobre los tartesos. 

Hasta aquí la información más teórica sobre la cultura tartesa o tartésica.

 A continuación comentaré algunas curiosidades sobre las propias figuras. 

Hasta la fecha, se han encontrado fragmentos que corresponden a cinco individuos.  Dos de ellos están prácticamente completos, un tercero parcialmente completo y los otros dos pertenecen a otros dos individuos de los que ahora se conoce muy poco. 











No esperéis ver grandes piezas, ya que son figuras relativamente pequeñas, pero se encuentran en muy buen estado de conservación y permite apreciar multitud de detalles. 

Algunos fragmentos están oscuros,  no por el material empleado, sino porque la vivienda en la que han sido encontrados sufrió un incendio que afectó a los relieves. 

Así mismo, algo que me resultó muy curioso fue el detalle de los pendientes,  y es que las figuras tienen representados unos, que  son exactamente iguales a los pendientes encontrados en el yacimiento de Cancho Roano en  Zalamea,  que también se pueden contemplar en este mismo museo arqueológico. 

A continuación, en Madrid van a realizarse una serie de trabajos de restauración y de investigación, para obtener más información, como por ejemplo, saber si originalmente estaban pintados o no, determinar la procedencia del material con el que están hechos, para saber si fueron elaborados en nuestra tierra o bien si proceden de tierras lejanas y llegaron a través del comercio.... En definitiva, como antes he mencionado, van a aportar gran cantidad de información que permitirá avanzar en el conocimiento de la civilización tartésica. 

Realmente ha sido una visita muy interesante, y creo que estas piezas van a suponer un importante revulsivo para el Museo Arqueológico Provincial de Badajoz, de hecho, ya con esta exposición temporal se han incrementado considerablemente las visitas. Esta exposición estará abierta hasta el día 9 de julio, así que si podéis, no dudéis en acercaros y contemplar, con vuestros ojos, parte de la historia.

Por último, y aprovechando el viaje a Badajoz, visitamos otros lugares de interés, que la verdad es que esta ciudad tiene unos cuantos y además en proceso de crecimiento. 

De esta forma, pudimos asistir a una exposición de Carlos León en el Espacio Cultural Santa Catalina 




Visita al siempre interesante MEIAC, donde aparte de disfrutar del propio edificio, encontramos una extensa exposición de Fermín Solís















O la primera visita que realizo al espacio cultural Hospital Centro Vivo (antiguo Hospital Provincial) donde también había una exposición fotográfica muy completa, organizada por la Agrupación Fotográfica Extremeña sobre Castillos de la Baja Extremadura y otra sobre Miradas Fronterizas de las Migraciones,  de los Premios Luis Valtueña de Fotografía Humanitaria, que no te dejará indiferente. 







En fin, como se puede ver, disponemos en Extremadura de una oferta cultural más amplia de la que en un principio se puede pensar, solo hace falta moverse y tener curiosidad por la cosas. 


Saludos y hasta la próxima. 



TODAS LAS FOTOS


 

Bibliografía:

- (2023, 23 de marzo) Tartessos, el enigma del reino perdido de la Península Ibérica. National  Geographic.

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/tartessos-el-enigma-del-reino-perdido-de-la-peninsula-iberica_6233

- (2018, 21 de febrero) El último misterio de Tartesos. Diario El Pais. 

https://elpais.com/elpais/2018/02/13/eps/1518539498_460221.html

- (2023) Aparecen los primeros de Tarteso en relive en Casas de Turuñuelo. El Café de la Lluvia. 

https://www.youtube.com/watch?v=ugEzTp5iYcM

- (2023) Halladas figuras antropomorfas de más de 2.500 años. Fundación Palarq. 

https://www.youtube.com/watch?v=7acGXkYaPfY









Comentarios

  1. Me encantan las fotos de los rostros. La luz le añade misterio a estas enigmáticas esculturas.
    La información cada día más interesante.

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    1. Muchas gracias Manuela. Ha sido una visita muy interesante.

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