Senderismo por la Sierra de Madrid

 Toda mi vida he asociado Madrid con lo urbano, rascacielos,  grandes avenidas llenas de gente, atascos....sin embargo, tras esta pasada Semana Santa, mi percepción ha cambiado por completo. La Comunidad de Madrid tiene mucho que ofrecer a los senderistas y para muestra, a continuación dejo un resumen de algunas de las rutas que hemos podido realizar por la sierra madrileña, gracias a unos anfitriones de lujo: Manolo y Cristina.

Antes de nada, y para situarnos, añado un mapa físico de la Comunidad de Madrid, donde se puede contemplar la ubicación de la Sierra de Guadarrama, que es por donde hemos estado realizando las diferentes rutas. Se trata de una prolongación del Sistema Central y por lo tanto, es hermana de nuestra conocida  Sierra de Gredos. Tiene una extensión aproximada de 80 kms y su punto más alto es el Pico  Peñalara que cuenta con 2428 metros. Así mismo, la zona está incluida dentro del Parque Nacional Sierra de Guadarrama, que fue declarado como tal, en el año 2013 y que cuenta con una superficie de 33.960 hectáreas, extendiéndose por la Comunidad de Madrid y por la provincia de Segovia, en Castilla y León.


 

El centro de operaciones lo situamos en la localidad de Cercedilla, muy conocida por haber sido lugar de residencia de Paquito y Blanca Fernández Ochoa. 

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La primera de las rutas la iniciamos el mismo Jueves Santo partiendo a pie desde Cercedilla. 

Realizamos la subida al Puerto de Fuenfría. Ruta muy entretenida, en la que caminamos rodeados de pinos y acompañados por el sonido de los ríos que bajan el agua de la sierra. En algunos momentos  tenías que pellizcarte para hacerte volver a la realidad y ser consciente que estabas en Madrid, bueno, ese Madrid, que como ya he dicho, tenía hasta ese día en mi cabeza.  







Como curiosidad, indicar que pasamos por un tramo de la conocida como Carretera de la República  y para colmo de las casualidades, el calendario marcaba 14 de abril


En la carretera de la República


Por otro lado, indicar que la bajada la hicimos haciendo uso de la Calzada Romana que discurre por esta zona, denominada como Vía XXIV y que fue construida hace 2.000 años para conectar las ciudades de Emérita Augusta (Mérida) y  Caesaraugusta (Zaragoza)

Cuando iniciamos la subida, el día estaba soleado, pero justo cuando comenzamos a bajar, nos sorprendió la lluvia, y es que cuando haces senderismo por zonas de sierra, nunca te puedes fiar y siempre debes ir preparado para cambios rápidos en las condiciones climatológicas, por eso nunca está de más llevar un paraguas o un chubasquero ligero. 

Nuestra primera toma de contacto con la sierra madrileña fue más que interesante. 


El segundo día, nuestros anfitriones, nos tenían preparada una ruta de nivel, la subida al techo de Madrid, el pico Peñalara. 

Tras dejar los coches en el parking y pertrecharnos para la subida, hicimos algo que siempre es aconsejable: preguntar en el Centro del Visitante, donde nos indicaron que hasta el pico Peñalara la subida era posible, pero por el estado de la nieve,  no nos aconsejaban hacer la bajada por el risco de los Claveles, por ello, el plan inicial que llevábamos, tuvo que ser modificado. No obstante, y para hacer más interesante la ruta, realizamos la subida por una senda muy poco transitada, ya que la mayoría de los senderistas subían por donde nosotros realizaríamos la bajada. De esta forma, nuestro ascenso, aunque exigente, se nos hizo muy entretenido porque pudimos disfrutar de magníficos paisajes prácticamente en soledad.  




Se aprecian perfectamente las pistas de Valdesquí



Según ascendíamos, iban apareciendo neveros, que poco a poco, fueron dando paso a tramos completamente nevados. El paisaje era espectacular.









En un punto ya elevado, pudimos ver la ciudad de Segovia, en unas vistas que nunca hubiese imaginado. Fue una auténtica pasada. 




Continuamos caminando por la nieve, hasta que en un punto nos unimos a la senda que llevaba la mayoría de caminantes, con los que habíamos coincidido en el parking. En este momento ya teníamos ante nuestros ojos el pico Peñalara, sin embargo, la vista engaña, pues aunque parecía que estábamos cerca de nuestro objetivo, aún quedaba mucho para llegar a la cima. No obstante el paisaje que teníamos ante nosotros era tan soberbio que la verdad, compensaba el esfuerzo. 










Alcanzada la cima, el grado de satisfacción era máximo. Nos encontrábamos en el techo de Madrid¡¡¡ El esfuerzo había merecido la pena y queríamos inmortalizar el momento. 




La bajada de Peñalara fue uno de los momentos más divertidos de todos esto días de ruteo y es que debido a la cantidad de nieve existente, podías prácticamente deslizarte¡ disfrutamos como críos con este tramo del descenso¡¡

Track de la ruta a Peñalara

Aquí me gustaría hacer una pequeña reflexión: hay que tener mucho respeto a la sierra. Esto viene a cuento porque vi mucha gente, que aunque seguro que su forma física se lo permite, iban "más que sobrados" subiendo a Peñalara. Desde mi humilde opinión, siempre se debe ir a este tipo de subida con un equipamiento básico, para estar preparados ante cualquier cambio en el tiempo o cualquier imprevisto que pueda surgir. Por muy fuertes que nos creamos, o por muy buena forma física en la que nos encontremos, no debemos perder el respeto a la subida a picos elevados. 

Concluida la ruta y dada la proximidad a la ciudad de  Segovia, decidimos acercarnos a hacerle una visita.  No obstante, hemos de decir que debido a la expectación que crea su Semana Santa y al hecho de que tras la pandemia, todos estamos locos por viajar, la ciudad estaba totalmente tomada por miles de turistas, que como nosotros, querían disfrutar de los encantos de esta elegante e histórica ciudad. Debido a ello, nuestra visita fue más breve de lo esperado (aunque nos dio tiempo a obtener alguna que otra foto interesante; al acueducto imposible eso sí...)  y decidimos volver a nuestro campamento base, que a pesar de no tener tanta historia, sí era mucho más tranquilo. 


Se respiraba por las calles el aire a Semana Santa




Enmarcando monumentos











La siguiente de nuestras rutas la hicimos el Sábado y fue el ascenso al Alto de las Guarramillas (popularmente conocido como Bola del Mundo)  de 2265 metros. 

En realidad, esta ruta constaba de dos retos, pues una vez alcanzado la Bola del Mundo, nos acercaríamos al Pico de la Maliciosa, que cuenta con 2227 metros y desde donde se pueden contemplar a lo lejos los rascacielos más altos de la capital. 

Parecen paisajes alpinos








Al fondo, la Maliciosa






En el ascenso a la Bola del Mundo, pudimos coincidir con numerosos ciclistas que realizaban el conocido tramo que se ha utilizado como final de etapa de la Vuelta a España (ya puedo asegurar que cuando lo vea en la tele, valoraré mucho más el esfuerzo que hacen¡¡) 

Esta ruta fue más complicada de lo que en principio esperaba, debido a que las condiciones de la nieve eran peores que el día anterior en Peñalara. Aquí los pies se hundían mucho más y el terreno tenía más piedras, por lo que había que ser más precavidos al caminar.

Paramos para comer en el Pico de la Maliciosa, donde la comida nos supo a "gloria bendita" porque las vistas eran una auténtica gozada.


 

Tras comer, iniciamos la vuelta hacia la Bola del Mundo, pero justo en el valle entre los dos picos, hicimos un cambio y giramos a nuestra izquierda, para hacer una bajada más que técnica y que constituyó la parte más exigente de  la ruta. 


Giro a la izquierda para iniciar la bajada




Al final del recorrido pudimos refrescarnos en la Fuente de la Campanilla, en un entorno que fue plasmado en cuadros de Velázquez. 






Track Ruta la Bola del Mundo



Para finalizar, el Domingo teníamos programada visita a San Lorenzo del Escorial, donde tendríamos dos actividades: Subida al Monte Abantos, de 1763 metros y posteriormente visita al Real Monasterio. 

Antes de la subida, tomamos el desayuno en un hotel de la localidad y he de decir que se trata de  una población muy elegante y donde parece que el nivel adquisitivo medio es alto. 







La subida al Monte Abantos es asequible, más teniendo en cuenta las rutas que habíamos realizado días atrás. Las vistas desde sus cima son tan interesantes que aprovechamos para realizar una parada y comer algo. 


Siempre es bueno llevar a mano un mapa por si te pierdes

Vistas del Real Monasterio desde el Monte Abantos










La tarde la aprovechamos para visitar el Real Monasterio que desde 1984 forma parte de la lista de Monumentos Patrimonio de la Humanidad. 

Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial











Creo que hasta la fecha, nunca he vivido unos días de Semana Santa tan intensos, como los de este año en la Sierra de Madrid. Según pasan los días, valoro más las subidas realizadas, el esfuerzo hecho y lo bien que lo hemos pasado. 


Desde aquí, quiero dar las gracias más sinceras  a Manolo y Cristina, por el planazo que nos tenían preparado para estos días, en los que además han estado pendiente de todos los detalles para que disfrutáramos a tope de su tierra.  Son unos anfitriones de lujo. Así da gusto¡¡


TODAS LAS FOTOS









Comentarios

  1. Maravilla de fotos!!! Hacer estas rutas con la cámara al cuello ha merecido la pena...son fantásticas

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