Ruta Vicentina - Portugal

Hay una pregunta que es muy sencilla de hacer, pero que es muy difícil de responder: ¿qué es la felicidad?  Realmente, no sé qué contestar, pero sí puedo decir que la felicidad ha de ser algo  muy parecido a lo que he experimentado estos días en Portugal en un viaje  a la Costa Vicentina. 

Cuando mezclas la alegría de juntarte con unos amigos con los que compartes afición y con los que la risa está asegurada,  cuando visitas pueblos que aún conservan la esencia de lo que siempre han sido, cuando caminas por senderos junto a espectaculares acantilados o cuando pruebas platos tradicionales elaborados con una materia prima de excelente calidad, surge un estado de alegría que hace que te olvides de todo y te centres única y exclusivamente en disfrutar la experiencia (bueno, los chupitos de licor Beirão al lado de una buena lumbre, también creo yo que tuvieron algo que ver en todo esto....) 

La Ruta Vicentina, así nombrada porque tiene su origen o final en el Cabo de San Vicente, se desarrolla a través de una de las costas más bellas y mejor conservadas de Europa (enmarcado dentro del Parque Natural del Suroeste Alentejano y Costa Vicentina) y está formada por dos recorridos principales:  

- El Camino Histórico, con 230 kilómetros, es el camino más largo, sale de Santiago do Cacém  y llega hasta el Cabo de San Vicente. Es un itinerario rural y consta de doce etapas que discurre por  pueblos y aldeas con mucha historia. 

- El Camino de los Pescadores o Trilho dos Pescadores transcurre siempre junto al mar, siguiendo la senda que desde hace años, han utilizado los habitantes de estos lares para desplazarse de un pueblo a otro. Tiene una distancia de 125 kilómetros y consta de cinco etapas. 

En nuestro caso,  hemos realizado dos de las etapas que conforman el Trilho dos Pescadores. En concreto hemos hecho los tramos que van desde Almograve hasta Zambujeira do Mar y el tramo que va desde Vila Nova de Milfontes hasta Porto Covo.

Aquí dejo los tracks (porque ahora me estoy poniendo las pilas y estoy aprendiendo a seguir las rutas a través de Wikiloc, aunque lo de guiar al grupo es harina de otro costal.... me gusta tanto tirar fotos que siempre me quedo atrás  y así es imposible¡¡¡)

Ruta primer día

Ruta segundo día

En ambos casos, las rutas son un placer para los sentidos:

- Visualmente son un   espectáculo, porque existen acantilados de infarto, zonas de dunas rojizas,  hay  formaciones geológicas muy interesantes, compuestas  principalmente por pizarra negra, caliza y arenisca,  encuentras una gran variedad de aves, como gaviotas, cigüeñas o cormoranes y todo ello brillantemente contagiado de la gran variedad de colores que muestra el mar, desde azules y verdes en multitud de tonalidades, hasta el blanco de la espuma de las olas chocando contra las murallas naturales de piedra.  

- Así mismo, para los que somos de secano, resultan muy atrayente los sonidos del mar. El estruendo de las olas chocando contra los acantilados, el sonido característico que emiten las gaviotas cuando te están sobrevolando o el que emiten los buques que se acercan a los puertos...  Sensaciones que no se pueden transmitir con imágenes, pero que quedan grabadas en nuestra mente. 

Intentando congelar el movimiento

Aunque parezca mentira, no es un posado. Los pillé así de embelesados viendo el atardecer

Extremeños de origen y de adopción, caminando por el mundo

Técnicamente no son rutas difíciles pero en el aspecto físico sí son rutas moderadas, porque muchos de los tramos discurren por sendas arenosas y ahí cuesta más caminar. 

Esta época del año es muy interesante realizar estas rutas, por un lado  porque disfrutas el mar desde un punto de vista diferente al que estamos acostumbrados y por otro lado, porque en estas fechas no está muy concurrida. Aún así es un gusto encontrarte y charlar con pescadores que están allí echando el día, de igual forma te cruzas con personas de otras latitudes que en plan hippy vienen a pasar el invierno, disfrutando de la tranquilidad en un marco natural de gran valor. 

Por otro lado y como ya va siendo tradición en el grupo de la Alberca Alta Montaña, una buena ruta no está completa si no va acompañada de un buen homenaje gastronómico. En este caso hemos probado excelentes pescados, como  bacalao en sus diferentes modalidades (asado, frito, con natas, con espinacas....)  pulpo,  carnes del Alentejo, postres caseros muy apetitosos  y todo ello acompañado de vinos y cervezas de Portugal, sin olvidarnos del pan tan rico que tienen.

  

Por último, me gustaría dejar también constancia de la amabilidad que en todo momento nos han mostrado nuestros vecinos portugueses, algo que es muy de agradecer. 

Calle principal de Porto Covo

El color azul está por todos lados

Chimeneas características de Portugal

Espero que esta palabras y estas imágenes logren transmitir al menos una parte de las buenas sensaciones que este viaje me ha causado, porque es cierto que en esta ocasión, las palabras se quedan cortas para intentar expresar todo lo vivido. 

A continuación dejo enlace con todas las FOTOS 

Y nada, preparado para la próxima¡¡¡¡