Ruta del Cares
Entre mis diversas aficiones, el senderismo es una de ellas, y como en la ruta que acabo de hacer recientemente, he tenido mucho tiempo para pensar, pues pensando pensado, he creido que sería buena idea comentar en el blog las rutas que vaya haciendo, con la finalidad de compartir la experiencia.
Esta semana he hecho la Ruta del Cares en los Picos de Europa. Desde mi punto de vista, es una de las mejores rutas que he hecho en mi vida (creo que he puesto el listón muy alto para ser mi primera entrada de rutas senderistas en el blog....) Confluyen una serie de factores que hacen que así la califique: belleza del paisaje, excelente mezcla con el entorno, trazado, accesibilidad, factor humano....
Es una de las rutas senderistas españolas, de corto recorrido, más frecuentadas por los aficionados, de hecho, tengo ya muchos conocidos que la han hecho, por lo que no estoy descubriendo nada nuevo, pero si hay alguna persona que sea aficionada a recorrer caminos y que esté leyendo estas líneas, que no se lo piense y cuando pueda que la haga¡¡ Debería ser obligatoria para todo buen aficionado al senderismo, jeje.
Se trata de una ruta lineal, que une las localidades asturiana de Poncebos y la leonesa de Caín, de 12 km de trayecto (24 km ida y vuelta) y que discurre siguiendo el curso del río Cares. Se trata de un camino que se abrió en la roca, entre los años 1945 y 1950 con objeto de facilitar los trabajos de mantenimiento del canal de alimentación de la central hidroeléctrica de Camarmeña.
Eran las 9:50 de la mañana cuando inicié la ruta, dejando previamente el vehículo aparacado junto a la entrada del Funicular de Bulnes (que dicho sea de paso, a mi parecer, es muy caro montarse en él; por lo que al final decliné esa opción, al igual que otros turistas que accedieron a las instalaciones con la misma pretensión) Los primeros dos kilómetros, desde el lado asturiano son un poco más duros, pues consisten en un ascenso continuo, pero es llevadero y si hace falta siempre se puede descansar un ratito hasta reponer energías.. El resto del camino es muy asequible, no plantea grandes dificultades técnicas. A cada paso que vas dando te vas dando cuenta de detalles que por doquier te llaman la atención. Impresiona ver a lo lejos una débil línea marcada en la ladera de la montaña y por la que ves, en diminuto, a personas que van haciendo el serpenteante recorrido. A cada giro repentino surgen nuevas postales que fotografiar. La duración es de aproximadamente 3 horas ida y otras tres de vuelta, aunque en mi caso, tardé más en la ida que en la vuelta, pues realicé muchas más paradadas para hacer múltiples fotos.
Eran las 9:50 de la mañana cuando inicié la ruta, dejando previamente el vehículo aparacado junto a la entrada del Funicular de Bulnes (que dicho sea de paso, a mi parecer, es muy caro montarse en él; por lo que al final decliné esa opción, al igual que otros turistas que accedieron a las instalaciones con la misma pretensión) Los primeros dos kilómetros, desde el lado asturiano son un poco más duros, pues consisten en un ascenso continuo, pero es llevadero y si hace falta siempre se puede descansar un ratito hasta reponer energías.. El resto del camino es muy asequible, no plantea grandes dificultades técnicas. A cada paso que vas dando te vas dando cuenta de detalles que por doquier te llaman la atención. Impresiona ver a lo lejos una débil línea marcada en la ladera de la montaña y por la que ves, en diminuto, a personas que van haciendo el serpenteante recorrido. A cada giro repentino surgen nuevas postales que fotografiar. La duración es de aproximadamente 3 horas ida y otras tres de vuelta, aunque en mi caso, tardé más en la ida que en la vuelta, pues realicé muchas más paradadas para hacer múltiples fotos.
Durante todo el trayecto se puede apreciar el efecto erosionador que el río ha realizado sobre la montaña, generando impresionantes vistas que en muchos puntos dan hasta vértigo. Así mismo, la vegetación que siempre busca sus huecos para ir procreando y expandiéndose, ofrece una vistosidad adiconal.
Como consejo recomiendo comenzar la ruta bien temprano, pues la vistas son mucho mejores que con el sol del medio día.
Es muy probable (depende lógicamente de la estación del año) que te encuentres con cientos de senderistas durante el recorrido, con los cuales siempre puedes charlar, solicitar ayuda, consultar la distancia que queda o simplemente esbozar un simple saludo.
La ruta proporciona un auténtico placer para los sentidos, únicamente superados por el placer de acabarla y sentir que se ha cumplido un gran reto, auque cierto es, que es una victoria agridulce, pues tienes una pequeña pena por pensar que ya se ha acabado esa gran experiencia.
Totalmente recomendable.
Totalmente recomendable.
Nota: Os dejo enlace de una de las páginas que previamente visité para informarme de la ruta. Espero que os sea de utilidad. http://www.rutadelcares.org/
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