Los ojos amarillos de los cocodrilos

   Hacía ya tiempo que había oído hablar de este libro, pero no ha sido hasta hace poco que ha caído en mis manos, gracias al  "préstamo literario" de una buena amiga y fiel seguidora de este blog (según sus propias palabras....)   Aunque tal vez no me convenga utilizar dicha expresión, pues de ser un préstamo, tendría que haberle pagado bastantes intereses de demora, por el retraso que llevo en su devolución......jeje. 

   Los ojos amarillos de los cocodrilos es una obra  publicada en 2006 por  Katherine Pancol, periodista afincada en Francia, lugar donde ha conseguido vender más de un millón de ejemplares, siendo su obra más exitosa. 

   A grandes rasgos, he de decir que se trata de un libro entretenido y de lectura ágil,  aunque no ha sido de los que me han enganchado con fuerza. Hay fragmentos que se me han hecho un poco  lentos, no obstante, en reglas generales, sí mantiene una trama interesante (más bien, tramas en plural) que hace que te apetezca seguir con la historia, para ver cómo avanza. 

   He apreciado también  un cambio de ritmo en el relato de la novela, cuando se va aproximando el final. Y es que si durante la mayor parte del tiempo, la historia discurre de manera pausada,  con unos capítulos muy estructurados y una descripción pormenorizada de situaciones y lugares,  en el último tercio del llibro, todo se desarrolla de manera muy rápida. En principio, es lógico y habitual que los desenlaces tengan un ritmo más  ágil, pero en este caso,  es un cambio muy notorio,  que a mi entender causa una pequeña ruptura en la  línea narrativa.

   Por otro lado, me da la impresión que con el libro, su autora,  ya sea de forma consciente o inconsciente, transmite una especia de enseñanza moralizante,  dando a entender que el paso del tiempo pone a cada uno en su sitio. 

  Conclusión: Libro recomendable por ser entretenido y de fácil lectura. 

   Ya por último, quiero hacer una pequeña mención al espacio temporal durante el que he leído el libro; y es que la historia narrada discurre en París y durante estos días de inicio de 2015  precisamente,  es cuando han ocurrido los atentados perpetrados por fanáticos religiosos en la capital francesa. Aprovecho estas líneas para expresar mi convencimiento de que una sociedad democrática tiene  uno de sus  pilares fundamentales apoyados sobre la  libertad de expresión   y por otro lado, me gustaría mostrar mi total rechazo a cualquier tipo de radicalismo, ya sea religioso, político, deportivo, o de cualquier otro tipo. (Si algo que se publica consideramos que es ofensivo o denigrante, para eso tenemos los medios legales con los que luchar, pero nunca podemos tomarnos la justicia por nuestra mano)

Viva la tolerancia, el  diálogo y viva el poder de la palabra para luchar contra el fanatismo.